Y qué mejor manera de echar esto a andar que inaugurando mi muy personal festival con una función en presencia del director: Barbet Schroeder presentando El Abogado del Terror. Esto sucedió ese mismo viernes 1 de febrero.
Llego al Cinépolis Diana exactamente a las 18:00 horas después de admirar el atardecer en Reforma. Compro mi boleto e ingreso a la sala 2, en donde ya se encuentran dos personas a las que ya he visto en algunos otros festivales; no los conozco. Busco un lugar y poco a poco entran los espectadores. Cuenta final: no más de 50 personas en la sala. Finalmente entran Daniela Michel y Barbet Schroeder junto con los organizadores del festival.
Hora de algunas palabras de parte del director: "Me interesé en Jaques Vergès en mi adolescencia por el gran papel que jugó en Argelia en los cincuentas, lo consideraba un genio. Después me desconecté de su carrera por un gran tiempo, hasta que gracias a ciertos noticieros me entero de que está defendiendo a un exgeneral nazi en su juicio. Ahí fue cuando volvió a captar mi atención este personaje, ya que al investigar fui encontrando a más y más personas controversiales en su lista de clientes. Me preguntaba: ¿Cómo es que un personaje tan inteligente y buena gente defiende a los llamados terroristas? Entonces decidí hacer este documental".
A sus 66 años, Barbet Schroeder se mira joven. Se puede jactar de haber producido La Ruleta China de Rainer Werner Fassbinder o de haber actuado en la última película de Wes Anderson, The Darjeeling Limited, incluso en el inconsciente colectivo pesan obras como Barfly o La Virgen de los Sicarios. Sin embargo, no es su manera de ser: Schroeder es una persona amable: "Veamos el documental y espero les guste, la contradicción del personaje termina generando algo muy raro en pantalla (ríe) así que si hay alguna duda o cuestión que quieran tratar después, aquí estaré".
La sala se oscurece mientras una de las organizadoras guía al director fuera del pequeño lugar. Parece que van a salir cuando se alcanzan a escuchar sus palabras en secretito: "La voy a ver con ustedes".
Preceden al filme la habitual animación de cada festival y un cortometraje documental producido por Witness, la organización pro derechos humanos de Peter Gabriel. Es acerca de Chechenia. Ya abordaré el tema "Witness" en otro post. Después, el documental estelar.
Apenas las primeras tomas son proyectadas cuando se alcanza a oír un grito molesto en la sala: "Pero esto no es cine, es vídeo". Son las palabras del director, molesto por que la calidad en que observaremos su filme no es la adecuada. Schroeder sabe que en un documental los ojos del personaje en pantalla tienen mucho que decir; esa resolución no nos dejará apreciar ese encanto.
Conforme la película avanza el espectador comienza a juzgar a Jaques Vergès. La confusión reina pero la lección de historia es evidente: tenemos frente a nuestros ojos a un señor que se vio envuelto en la Batalla de Árgel (por cierto: se usan extractos de la película de Pontecorvo acerca de este hecho, los cuales adquieren otro nível discursivo), el atentado de Munich en el '72 y el juicio de Slobodan Milosevic, siempre como abogado. Y entramos más allá: descubrimos quién es su esposa (y sus amantes), quiénes son sus amigos, cómo repercuten sus actos (personal y globalmente) y concluimos en que Jaques Vergès es una pieza clave en la historia del siglo XX. Es increible lo mucho que un beso, un matrimonio o una partida de golf entre dos personajes políticos tienen efecto en el desarrollo de los hechos y conflictos mundiales.
Al terminar el documental, las preguntas y respuestas. Como era de esperarse, después de ver datos tan underground la pregunta obligada es: ¿No teme por su vida, Sr. Schroeder? Él contesta muy seguro de sí mismo que no. "Sí hubo cosas extrañas que sucedieron durante el rodaje, y ésta obra ha pasado por censura. Pero también no debemos perder de vista que yo sólo estaba contando lo que me había encontrado, con mi opinión, sí, pero desisto a hacer cosas "objetivas", es imposible y no siento ninguna responsabilidad para ello".
Al finalizar, salí del cine, no sin antes felicitarlo por sus últimos dos trabajos y desearle suerte para Inju, su próximo proyecto.
Así que tenemos aquí un documental indispensable para el cinéfilo actual. El espectador hollywoodense se queja de los documentales: le parecen lentos y aburridos. Quiere ver explosiones. Noticias: éste documental está lleno de explosiones, atentados terroristas, agentes secretos de distintos gobiernos y rollos amorosos controversiales. ¡Un verdadero blockbuster! ¡Y funciona! ¡Y me gusta!
He aquí el trailer:
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